El síndrome de ojo seco se cree que afecta a alrededor de 5 millones de personas mayores de 45 años. Es el problema de salud ocular más consultado en las farmacias y en las consultas de los oftalmólogos. Su mejor tratamiento son las lágrimas artificiales.
Los síntomas que puede provocar el ojo seco son ardor, picor, enrojecimiento, sensación de arenilla, pesadez en los párpados, fatiga visual, hipersensibilidad a la luz o visión borrosa, ojos llorosos, dificultad en tareas cotidianas como leer, conducir, etc.
Afecta mucho a la calidad de vida, por lo que en este artículo te damos las claves para seleccionar la lágrima artificial que mejor se adapta a cada caso. Recuerda revisar los consejos de salud visual que publicamos en nuestro anterior post
Composición de la lágrima
Las lágrimas son muy importantes para mantener la agudeza visual, lubrificar la superficie ocular durante el parpadeo, hidratar la superficie ocular, proteger de posibles infecciones y sobre todo, para dar confort.
Se distinguen tres capas en la composición de las lágrimas:
- La capa de mucina: la más interna y forma un gel rico en hidratos de carbono que mantiene la lágrima adherida a la superficie ocular. Es segregada principalmente por las células caliciformes conjuntivales.
- La capa acuosa: es la capa intermedia y representa el 90 % del total. Se encarga de hidratar y nutrir al ojo aportando oxígeno y otros nutrientes a la córnea. No existe una separación clara entre la capa acuosa y la mucínica, incluso hoy en día, se empieza a considerar como una capa única. Es segregada por las glándulas lagrimales.
- La capa lipídica o grasa: la más externa, está formada por lípidos que evitan la evaporación de ésta. Son segregados por las glándulas de meibomio
Tipos de lágrimas artificiales
Las lágrimas artificiales son el tratamiento más utilizado en el síndrome del ojo seco. Se encargan de hidratar rápidamente y de forma duradera la superficie ocular aliviando sus síntomas.
Las lágrimas artificiales deben cumplir una serie de propiedades básicas:
- Lubricar e hidratar la superficie ocular.
- Deben ser estériles y libres de toxicidad.
- Su efecto debe ser rápido, duradero y sin alterar a la visión.
Aún no se ha conseguido crear una lágrima artificial con la misma composición que la natural aunque, en la actualidad, han mejorado mucho. Hoy existe una gran variedad para elegir según sea nuestro problema y el momento de aplicación. En función del tipo de ojo seco se utilizan:
- Ojo seco evaporativo: se usan lágrimas ricas en lípidos porque existe un déficit de lípidos.
- Ojo seco con déficit de producción de agua: se emplean lágrimas artificiales de base acuosa.
- Ojo seco mixto: presenta los dos problemas, falta de agua y de lípidos en la lágrima, por lo que requiere un tratamiento que abarque ambas circustancias.
Propiedades de las Lágrimas Artificiales
- La viscosidad: indica la consistencia de la lágrima. Las más viscosas son las pomadas oftálmicas. Se prefiere el uso de los colirios frente a las pomadas y geles, a pesar de estar mayor tiempo de contacto con la superficie ocular, por tanto mayor humectación y lubrificación. Las texturas en pomada gustan menos porque son más incómodas para su aplicación y producen visión borrosa tras su administración.
- La osmolaridad indica los electrolitos que componen las lágrimas artificiales. La mayoría de ellas son hipoosmolares, alrededor de 300 mOsm/L.
- El pH de las lágrimas debe ser neutro o ligeramente alcalino.
- La tensión superficial de la lágrima se encarga de que se extienda por toda la superficie del ojo
Componentes de las lágrimas artificiales
Base
Si la base o el vehículo de la lágrima es acuoso el efecto hidratante será muy rápido pero de poca duración. Si es una textura en pomada como vaselina, parafina o a base de aceites vegetales la lágrima se mantiene sobre el ojo mucho tiempo pero tiene el inconveniente de producir visión borrosa.
Por ese motivo, se suelen usar por la noche las pomadas y, durante el día las más líquidas. Hay una tercer vehículo, el gel, de consistencia intermedia, con un efecto prolongado sin alterar la visión, lo que permite su uso durante el día como durante el descanso nocturno.
Lubricantes y humectantes
Los lubricantes y humectantes tienen como función principal retener la humedad de la lágrima y lubricar la superficie ocular. Los más conocidos son:
- El ácido hialurónico del 0,1 al 0,2%, que también es antioxidante y antiinflamatorio. Es el principio activo más utilizado (un 40% del total). Presenta una viscosidad óptima, de forma que al aplicarlo no es molesto en el ojo y se distribuye bien con el parpadeo.
- La hipromelosa al 1% y la carmelosa del 0,5 al 1% aumentan la viscosidad y la adherencia a la superficie ocular.
- El HP_guar se convierte en gel en contacto con el ojo.
- El alcohol polivinílico (PVA) al 1,4%.
- La povidona o polivinilpirrolidona (PVP) del 0,6 al 5%.
- El carbómero (carbómero 934P al 0,3%, carbómero 940 al 0,2% y carbómero 974P al 0,25%) se utiliza por la noche porque produce visión borrosa.
Conservantes
Todo preparado oftálmico debe ser estéril, por eso los envases multidosis tradicionales de las lágrimas artificiales llevan conservantes para poder garantizar la esterilidad durante su uso, es decir, sustancias capaces de destruir o inhibir el crecimiento de microorganismos.
En cambio, los envases monodosis no necesitan llevar los conservantes porque, están pensados para un solo uso una vez abiertos.
Los conservantes pueden provocar efectos secundarios, de tipo alérgico y tóxico que son dosis-dependientes.
No deben usarse en caso de sequedad ocular moderada o severa:
- El más conocido y utilizado es el cloruro de benzalconio, no apto para usuarios de lentes de contacto ya que se adhieren a ellas.
- Otros conservantes son el poliquad, timerosal, clorbutanol, BAK por ejemplo.
- La polihexamida es un conservante que permite mantener abierto el colirio hasta 3 meses.
5 consejos para usar correctamente las gotas oftálmicas
- Lávate las manos: antes con agua y jabón para evitar la contaminación del producto y prevenir infecciones o irritaciones adicionales en los ojos.
- Sigue las instrucciones: proporcionadas por el fabricante en el envase de las gotas para los ojos. Asegúrate de entender cómo administrarlas y cuántas gotas en cada ojo.
- vita el contacto directo: asegúrate de que no toque ninguna superficie, incluidos los ojos, los párpados o las manos. Esto ayudará a prevenir la contaminación y reducirá el riesgo de infecciones.
- Inclina la cabeza hacia atrás: suavemente y tira del párpado inferior hacia abajo con un dedo limpio para crear un pequeño espacio entre el ojo y el párpado. Esto ayudará a facilitar la aplicación de las gotas en el saco conjuntival del ojo.
- Sostén el frasco ligeramente inclinado y aplica la cantidad de gotas recomendada. Después, cierra los ojos suavemente durante unos segundos para permitir que el líquido se distribuya de manera uniforme.
Lágrimas artificiales en usuarios de lentes de contacto
Es bastante frecuente que los usuarios de lentes de contacto presenten sequedad ocular. No es recomendable el uso de lágrimas artificiales con conservantes.
El menos recomendable es el cloruro de benzalconio que se queda adherido a la lente y aumenta el daño sobre la superficie ocular.
Tampoco deben usar lágrimas que sean muy viscosas o que contengan lípidos porque alteran la visión.
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