En este artículo repasamos los tipos de colágeno indicados para mejorar la salud articular. Repasamos los tipos de afecciones que afectan a las articulaciones y el tratamiento más indicado.
Las articulaciones son el conjunto de tejidos que permiten la unión entre dos o más huesos, entre cartílago y hueso, o el punto de contacto entre hueso y diente.
Según el movimiento que permiten se clasifican en: inmóviles, como las del cráneo, semimóviles situadas en la columna vertebral y móviles, formando las caderas, rodillas, hombros, codos y dedos.
Tipos de dolor articular
El dolor articular afecta a la calidad de vida y no siempre lo causan las típicas lesiones por golpes, esguinces, roturas o torceduras.
Los factores principales que influyen son: el envejecimiento, la obesidad, la práctica deportiva y las actividades cotidianas o repetitivas en el trabajo, provocando una sobrecarga excesiva y un desgaste progresivo de las articulaciones.
Según la estructura que se degenera se diferencian: las tendinopatías en los tendones, la osteoporosis en los huesos, lesiones musculares como las contracturas que cursan con dolor de espalda o cervicales, y las enfermedades reumáticas en el cartílago articular.
Los atletas necesitan requisitos nutricionales diferentes a la población en general debido a la repetición de movimientos en su actividad. En atletas se da con mayor incidencia la osteoartritis, una enfermedad de las articulaciones caracterizada por inflamación y pérdida de movilidad asociada al desgaste del cartílago, el amortiguador entre los huesos de las articulaciones que reduce la fricción y los impactos mecánicos.
Anatomía de las articulaciones
Desde el punto de vista de la flexibilidad y movilidad, encontramos 3 tipos de articulaciones:
- Las articulaciones fibrosas, como la del cráneo no tiene movimiento en absoluto.
- Las articulaciones cartilaginosas, como la pelvis, que tienen muy poco movimiento.
- Las articulaciones sinoviales, que son las más comunes y que poseen un amplio rango de movimiento, como rodilla, cadera, codo, hombro o dedos.
Los cartílagos proporcionan el movimiento entre los huesos y actúan como una amortiguación evitando el contacto entre los huesos. Esta estructura se encuentra envuelta por una bolsa denominada cápsula articular.
La cápsula articular está reforzada por los ligamentos, estructuras anatómicas en forma de banda, compuestas por fibras resistentes que conectan los tejidos que unen los huesos en las articulaciones.
Los ligamentos dan estabilidad a las articulaciones. Son encargados de evitar que las articulaciones se luxen cuando realizamos un movimiento forzado. La articulación, está bañada por el líquido sinovial, un líquido viscoso y es el medio principal a través del cual obtiene los nutrientes el cartílago articular, lubrifica la articulación y amortigua los impactos que se producen en ella.
Desgaste articular
Uno de los elementos que sufren un mayor desgaste es el cartílago, que se degrada haciéndose cada vez más fino y dando lugar a un molesto dolor por rozamiento de los huesos.
En ocasiones impide la flexion completa de la articulación, por la inflamación y entumecimiento de la zona articular. Si además existen problemas de circulación, al haber un menor suministro de sangre, se acelera el desgaste de tipo degenerativo
Este desgaste puede prevenirse controlando el peso, realizando ejercicio físico y estiramientos y siguiendo una dieta equilibrada.
¿Cómo combatir el dolor articular?
Un correcto tratamiento del desgaste del cartílago debe tener en cuenta el tratamimento el dolor y la necesidad de “alimentar” al cartílago para que recupere su función estructural.
El colágeno es el componente con mayor presencia en el tejido conectivo, supone un cuarto de la masa muscular. Es una proteína fibrosa y fuerte, localizada en la piel, músculos, tendones, cartílagos, piel, uñas, pelo.
Los huesos se componen de células embebidas en material intercelular duro constituido por sustancias minerales y fibras de colágeno. Se encuentran en un estado continuo de regeneración, conocido como remodelación ósea. n 15% de huesos en adultos sanos es repuesto o remodelado cada año.
A partir de los 30 años se cree que comienza la pérdida de material óseo. La reabsorción ósea es el proceso por el cual los osteoclastos destruyen el hueso y liberan los minerales, resultando en una transferencia de calcio a la sangre.
Si la reabsorción es superior a la remodelación, se produce osteopenia, el hueso se va debilitando y se incrementa el riesgo de sufrir fracturas al poseer menor masa ósea.
El cartílago consiste en un solo tipo de células, los condrocitos embebidos en la matriz extracelular compuesta de dos componentes principales: colágeno tipo II que ofrece fuerza de tracción y agrecano que rodea al cartílago y soporta fuerzas de compresión.
La remodelación asegura el mantenimiento bioquímico del cartílago. En las patologías inflamatorias y degenerativas de las articulaciones, se liberan moléculas pro-inflamatorias y de enzimas que degradan la matríz extracelular.
Tipos de colágeno
Se pueden clasificar en función de las sustancias con las que se combina y de los tejidos sobre los que actúan:
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- Colágeno tipo I. El más abundante, presente en los tendones, huesos, piel, córneas y discos intervertebrales. Aporta elasticidad y resistencia.
- Colágeno tipo II. En cartílagos, estructuras de los embriones y en el humor vítreo del ojo. Transmite resistencia ante presiones intermitentes.
- Colágeno tipo III. Aporta sostén al tejido muscular, la piel, las paredes de los vasos sanguíneos y los intestinos. Facilita la contracción/expansión.
- Colágeno tipo IV. Realiza una función de filtrado de diferentes sustancias. Presente sobre todo en la piel.
- Colágeno tipo V. Relacionado con el colágeno tipo I, aporta elasticidad y resistencia. Se encuentra sobre todo en órganos y tejidos internos.
Beneficios complementos colágeno tipo II
- Restaura la elasticidad de la articulación y reduce el dolor crónico articular, como el asociado a la artritis y a la artrosis.
- Promueve la salud articular y mejora el fortalecimiento de los huesos.
- Reduce la inflamación, disminuye el dolor y mejora la función articular, la flexibilidad y la movilidad.
- Beneficia a las personas que sufren alguna enfermedad degenerativa de las articulaciones.
- A nivel del metabolismo óseo, ayuda a generar mayor densidad ósea, interesante en caso de osteopenia.
- Previene fracturas asociadas a una mayor fragilidad ósea.
- Estimula la actividad de los osteoblastos, las células encargadas de la formación de hueso .
- No se han registrado casos de interacciones con medicamentos.
- Única contraindicación, si la persona es alérgica a la fuente utilizada (bovina, porcina, pescado, crustáceos o pollo).
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