El sol es fundamental para nuestro organismo y tiene muchos efectos positivos sobre el cuerpo como que estimula la síntesis de vitamina D, mejora nuestro estado de ánimo, etc. Pero la radiación ultravioleta A y B y la luz azul de las pantallas provocan efectos negativos como cáncer de piel, fotoenvejecimiento y manchas. En este artículo repasaremos algunos mitos sobre la fotoprotección.
Mitos sobre fotoprotección
¿El sol es bueno para sintetizar la vitamina D?
SÍ, pero con moderación. Con estar 15 minutos diarios al sol en camiseta y pantalón corto es suficiente para que el cuerpo sintetice la vitamina D. Debes seguir protegiendo la cara pues es la zona del cuerpo que más daño solar acumula. En invierno con estar 30 minutos al sol es suficiente.
¿Qué filtros son mejor, los químicos o los físicos?
Los dos son buenos.
Los filtros químicos se absorben y actúan transformando la radiación solar en una radiación debilitada que no hace daño a la piel.
Los filtros físicos no se absorben en la piel y actúan reflejando la luz solar a modo de pantalla. Estos filtros son ideales para niños menores de 2 años, pieles sensibles, con alergias o, en determinadas patologías como lupus, queratosis actínica o rosácea en brote.
¿Son malos los filtros químicos?
NO, es una fotoprotección segura. Hay determinados casos ya explicados en el apartado anterior donde son más recomendables los filtros físicos.
¿La fotoprotección total existe?
NO. Para ello, vamos a explicar qué significa el número del protector solar. Las siglas SPF significan Factor de Protección Solar. Quiere decir que, aplicando una cantidad adecuada en una piel determinada esa piel estará x veces más protegida a la radiación solar que si no lo aplicases. Así, una piel que se quema a los cinco minutos de estar expuesta al sol con un factor de protección solar de 30 tardaría 150 minutos en quemarse (30×5).
Cuanto más bajo sea el factor de protección más pronto hay que renovarlo. No es que proteja más un factor de 50 que uno de 10, hace que podamos estar más minutos al sol sin que nos queme. Sin embargo, el SPF es un índice de medida en condiciones estándar de laboratorio, es decir que, no es igual para todas las personas ni tiene en cuenta los distintos agentes ambientales como viento, sudor, lluvia, frición, … Por este motivo se debe renovar con mayor frecuencia de lo indicado para que no pierda eficacia.
¿Las cremas solares son la única medida para protegernos del sol?
No. Otras medidas son la ropa, las gafas del sol, sombrilla, la sombra y también evitar la exposición solar entre las 12 y 16 horas que es cuando es mayor el índice de radiación ultravioleta.
¿Es lo mismo waterproof que water-resistant?
NO. Todos los protectores solares resisten un tiempo de baño no muy prolongado en el agua pero, al frotarnos con la toalla eliminamos el 80% del producto. El water-resistant se caracteriza porque se mantiene un 70% del producto después de 40 minutos de inmersión en el agua (2 baños de 20 minutos) .
En cambio, la fotoprotección waterproof resiste hasta 4 baños de 20 minutos cada uno. Aún así, se recomienda renovar el fotoprotector después de un baño superior a 20 minutos.
¿Se puede utilizar el mismo producto para la cara y el cuerpo?
No es recomendable, pero si no se tiene de los dos tipos es mejor que no protegerse. Hay que tener claro que la piel del rostro está más agredida por la radiación solar porque está expuesta al sol durante todo el año, mientras que la del cuerpo no. Además, los fotoprotectores faciales son mucho más ligeros y suelen llevar un extra de ingredientes antioxidantes.
La fotoprotección de niños es igual que la de adultos
NO. El estrato córneo (capa más superficial de la epidermis) de los niños es más delgado y su superficie cutánea es mayor por eso su piel es más vulnerable al daño solar. Por todo esto es mejor que usen fotoprotectores con filtros físicos porque los químicos pueden producir alergias por contacto.
Eso no impide que, en caso de necesidad se pueda utilizar la crema solar infantil para adultos o viceversa.
¿Es aconsejable darse unos rayos UVA de cabina para preparar la piel?
NO. Lo único que se consigue es acumular más daño por la radiación ultravioleta en la piel y más probabilidad de tener algún problema dermatólogico. Es mejor esperar a exponerse al sol protegido y de forma gradual.
¿Se debe cambiar de SPF a medida que nos bronceamos en verano?
NO. El moreno es el mecanismo de defensa de la piel gracias a la melanina que se pigmenta frente a la exposición continuada al sol. Es cierto que una piel bronceada tiene menos riesgo de quemarse que una más blanca pero lo importante es evitar más daño acumulado por la exposición solar. Recuerda, la piel tiene memoria.
¿Las cremas solares caducan?
SÍ. Si no se ha abierto la caducidad es la que indica en el envase. Para saber cuándo debemos desecharlo hay que buscar en el envase la figura de tarro con la tapa abierta y el número que hay en su interior. Normalmente, caducan a los nueve meses de su apertura. Como en verano los protectores solares se exponen a condiciones extremas si la crema cambia de color o tiene un olor desagradable no se debe utilizar.
¿Se debe utilizar un fotoprotector en los días nublados?
SÍ. Los rayos solares traspasan a través de las nubes un 80% de la radiación ultravioleta. Por eso hay que protegerse, sobre todo de la radiación ultravioleta A que penetra a más profundidad en la piel causando el fotoenvejecimiento.
¿Qué cantidad de producto se debe aplicar?
La recomendación oficial es de 2 mg de producto por centímetro cuadrado de piel, que serían unos 30 ml en cada aplicación. Como esto no se hace se recomienda usar un fotoprotector con SPF de 30 o superior y reaplicar cada dos horas. En nuestra farmacia siempre recomendamos de 50 y asociado a cápsulas fotoprotectoras orales, para garantizar la protección de zonas como empeines, orejas y espalda, que con frecuencia descuidamos.
¿Hay que aplicar after-sun después de la exposición solar?
SÍ. Después de la exposición solar en la playa o en la piscina se debe reparar la piel con una aftersun reparador. Durante el verano hay que hidratar la piel mañana y noche.
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