El síndrome de intestino irritable (SII) es un trastorno funcional que afecta a la calidad de vida y a la actividad laboral de la persona que lo padece, ocasionando una demanda elevada de los servicios de salud.
Epidemiología del Intestino Irritable
Aparece con más frecuencia entre los 20 y 40 años, pero a menudo se manifiesta en la infancia, solicitando atención médica las mitad de las personas que lo padecen.
Causas y factores de riesgo
El síndrome de intestino irritable aparece debido a un fallo en la comunicación del eje intestino-cerebro, en donde intervienen los siguientes factores de riesgo:
- Genéticos: los familiares de los pacientes con SII tienen más probabilidad de padecer la enfermedad.
- Trastornos de origen inmune: los pacientes con SII suelen presentar un aumento de mastocitos, linfocitos y citocinas inflamatorias que generan alteraciones en la permeabilidad intestinal.
- Dietéticos: existe una posible relación entre el SII y la ingesta decarbohidratos fermentables de cadena corta (FODMAP)que provocan gases intestinales y la modificación de la flora intestinal.También, los síntomas son más intensos con la toma de determinados alimentos como lácteos, cereales, cafeína, cebolla, especias y frituras entre otros.
- Alteraciones de la microbiota: suele ser diferente en SII lo que se relaciona con un aumento de la sensibilidad visceral y con alteraciones en la función motora del tracto gastrointestinal debido al crecicimiento de especies bacetrianas que producen más gases, sobre todo metano.
- Psicológicos: situaciones estresantes como problemas psicosociales, divorcio, muerte de un familiar, desempleo, auso físico o sexual en la infancia o en la vida adulta.
- Sexo femenino: la proporción es 2:1 con respecto a los hombres.
- Hipersensibilidad visceral.
- Gastroenteritis infecciosa.
- Tratamiento antibiótico del Helicobacter pilory
- Sedentarismo.
Sintomatología del SII
El SII presenta multitud de síntomas, que puedes explorar en este test de intestino irritable:
- Dolor abdominal: es el síntoma más importante, está presente tanto en períodos de diarrea como de estreñimiento. Suee desaparecer al evacuar, y se relaciona casi siempre al consumo de alimentos específicos o con períodos de tensión emocional.
- Distensión abdominal: después del dolor la dispepsia es el síntoma más frecuente. Se relaciona con un aumento de gases en el intestino. Está presente durante el día, después de las comidas y es fluctuante.
- Alteración del hábito de evacuación: puede aparecer diarrea, estreñimiento o alteración de ambos.
- Otras alteraciones digestivas: como la presencia de moco en las heces, urgencia o esfuerzo al evacuar, pirosos, dolor epigástrico, saciedad precoz, pesadez posprandial o náuseas.
- Trastornos extradigestivos: son habituales el cansancio crónico, dolores musculoesqueléticos, cefalea, dolor pélvico, prurito, etcétera.
Diagnóstico del intestino irritable
Se basa en la sintomatología después de comprobar que no tiene justificación orgánica, metabólica o farmacológica.
Los criterios que se siguen para el diagnótico son los criterios de Roma IV (tablas 1 y 2).
En los niños el diagnóstico se basa en una examen físico y de crecimiento, donde se incluye una historia nutricional óptima para descartar problemas de mala absorción de lactosa, fructosa o intolerancia al gluten.
Signos y síntomas de alarma
Las señales más importantes que pueden indicar otra patología más grve son pérdida de peso no identificada, fiebre, sangre en heces sin hemorroide ni fisura, masa abdominal o rectal palpable, anemia, valores altos de proteín C reactiva, cambios en el patrón de hábito intestinal, despertares nocturnos con síntomas gastrointestinales, uso recurrente de antibióticos, inicio tardío de los síntomas, etc.
Tratamiento del Síndrome de Intestino Irritable
Cambios dietéticos
Es conveniente evitar los alimentos que desencadenen los síntomas, como alimentos grasos, picantes, lácteos, cafeína y alcohol.
Está demostrado que seguir una dieta baja en FODMAPs (oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables) durante 4-8 semanas puede ayudar a reducir los síntomas del SII.
Es conveniente consultar a tu nutricionista o farmacéutico porque dependiendo de si tienes tendencia a diarrea o a estreñimiento puede ser necesario incrementar la ingesta de fibra soluble, como la encontrada en frutas, verduras y avena, y evitar la fibra insoluble, que puede empeorar los síntomas en algunas personas.
Tratamientos farmacológicos
Entre los medicamentos más prescritos podemos citar:
-Antiespasmódicos para reducir los calambres intestinales y el dolor abdominal.
-Medicamentos para el estreñimiento o la diarrea, según los síntomas predominantes.
-Antidepresivos tricíclicos o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) para aliviar el dolor abdominal y los síntomas relacionados con el estado de ánimo.
Probióticos
El uso de probióticos está cada vez má extendido para restaurar y mantener un equilibrio saludable de la microbiota o bacterias del intestino.
Recuerda que no todos los probióticos son iguales, debes utilizar la cepa concreta que ha demostrado estudios de eficacia.
Terapia psicológica
Terapia cognitivo-conductual (TCC) para ayudar a cambiar los pensamientos y comportamientos relacionados con el estrés y la ansiedad, que pueden empeorar los síntomas del SII.
Se han hecho estudios prometodores con técnicas de biofeedback para entrenar a los pacientes para que controlen conscientemente ciertos procesos fisiológicos, como la actividad muscular del intestino.
Gestión del estrés
Prácticas de relajación, como la meditación, el yoga, la respiración profunda y la visualización, pueden ayudar a reducir el estrés y a mejorar los síntomas del SII.
Actividad física
El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la función intestinal y reducir los síntomas del SII al reducir el estrés y promover la salud en general.
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