En la elección del tratamiento para mejorar la fertilidad influyen múltiples factores como la edad, el tipo de infertilidad y también las preferencias personales. En este artículo repasamos los distintos tratamientos existentes y sus características.
Quedarse embarazada no es tan fácil como parece, se calcula que hay un 15% de hombres y mujeres con problemas para concebir.
Además, la edad de la mujer es un factor importante en la reducción de su fertilidad, por cada año que pasa en su vida se reduce un 5% de quedar embarazada.
Ciclo menstrual
Al inicio de cada ciclo menstrual en el ovario un grupo de óvulos empiezan a madurar dentro de unas bolsitas que contienen líquido, denominadas folículos de Graaf. Debido al flujo hormonal existente entre el hipotálamo, la hipófisis y los ovarios, al finalizar el ciclo menstrual solo se desarrolla un único ovocito, que va a liberar un óvulo maduro listo para una posible fecundación.
La reserva ovárica de la mujer se puede conocer mediante un sencillo análisis de la hormona antimülleriana (AMH).
En un tratamiento de fertilidad se realiza una estimulación ovárica controlada (EOC) y se administran hormonas naturales en mayor dosis para desarrollar más folículos disponibles en el ovario, y por tanto, producir más óvulos.
Para la fecundación in vitro (FIV) se necesitan entre 4 y 6 óvulos y para la inseminación artificial (IA) se usan 1 ó 2.
Puedes consultar en este artículo los distintos medicamentos empleados en los tratamientos de fertilidad.
Tipos de tratamientos de fertilidad
Inseminación Artificial (IA)
Es una de las primeras opciones en parejas jóvenes con pocos problemas de fertilidad.
Consiste en colocar una muestra de semen en el interior del útero en el momento de la ovulación para aumentar el potencial de los espermatozoides de fecundar el óvulo.
Está indicado en:
- Parejas jóvenes menores de 37 años con pocos problemas de fertilidad.
- Mujeres sin pareja.
- Mujeres con alteraciones en la ovulación.
- Parejas en donde el hombre tiene alguna anomalía de los espermatozoides.
- Parejas portadoras de alguna enfermedad genética.
Fecundación in Vitro (FIV)
Es el tratamiento estrella de fertilidad. Consiste en la unión en el laboratorio de un óvulo extraído de la mujer y de espermatozoides para el desarrollo de un embrión. Podemos dividir la FIV en cuatro etapas:
- Superovulación o estimulación ovárica: por medio de medicación hormonal en la mujer se estimula la maduración de sus óvulos.
- Extracción de los óvulos maduros: a la mujer se le realizan varias pruebas médicas, normalmente son ecografías y análisis de sangre para saber cuando están maduros los óvulos. En ese momento, se extraen en la clínica, mediante una sencilla intervención ambulatoria el mayor número de óvulos maduros posibles.
- Fecundación: en el laboratorio se unen los óvulos con una muestra de semen (de la pareja o proveniente de un banco de semen) para que se formen los embriones.
- Implantación: se seleccionan uno o dos embriones, y se transfieren al interior del útero. La transferencia se realiza por medio de un proceso rápido e indoloro que no necesita de anestesia. Los embriones no transferidos se pueden conservar con una técnica de congelación ultrarrápida denominada vitrificación. Se congelan para posteriores intentos.
Está indicado en:
- Mujeres con óvulos de baja calidad.
- Mujeres que han reslizado varias inseminaciones artificiales sin éxito.
- Mujeres con lesiones en trompas o ausencia de ellas.
- Mujeres con endomiotriosis avanzada.
- Parejas en donde el hombre presenta mala calidad de esperma.
Inyección intracitoplásmica de espermatozoides (ICSI)
Este tratamiento es muy similar a la Fecundación in vitro. Se inyecta en el laboratorio un solo espermatozoide en un ovario y el embrión resultante se transfiere al útero.
Garantiza que si se puede obtener una pequeña cantidad de espermatozoides, es posible la fecundación.
Este tipo de tratamiento de fertilidad se usa cuando hay problemas más graves con el esperma, cuando el hombre se ha hecho la vasectomía o cuando hay problemas entre el óvulo y el esperma que impiden la fertilización.
Efectos secundarios de los tratamientos de fertilidad
Son poco frecuentes y normalmente temporales, es decir, remiten después del procedimiento.
Los medicamentos pautados durante un tratamiento de fertilidad, pueden provocar sofocación por calor, cambios en el estado de ánimo, sudoraciones nocturnas, sensación de malestar, dolores de cabeza y desasosiego.
Los tratamientos de fertilidad pueden causar la hiperestimulación ovárica (SHO) en una de cada 20 mujeres por la inducción de la ovulación.
Además aumentan las posibilidades de tener un embarazo múltiple, por ello se restringe el número de embriones que se pueden transferir al útero. Esto se hace para prevenir posibles complicaciones de los embarazos múltiples como abortos espontáneos, partos prematuros, preclampsia (hipertensión).
En la FIV también puede darse un embarazo ectópico, cuando el embrión comienza a desarrollarse fuera del útero, generalmente en una trompa de falopio. Los principales síntomas son dolor qen un lado del abdomen o sangrado vaginal.
El proceso de extracción de los óvulos, también conlleva cierto riesgo de infección pues implica pasar un tubo por la vagina hasta alcanzar el ovario.
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